Tras 10 días desde que las potabilizadoras de Chitré y Los Santos detuvieran su producción por la presencia atípica de microorganismos, la planta opera hoy al 75 % de su capacidad, con sectores aún desabastecidos.
Las autoridades aseguran que los niveles bacteriológicos han mejorado a los niveles aceptados, sin embargo en los grifos continúan secos en los extremos del distrito de Chitré y otras zonas alejadas de la red principal.
Mientras llega el agua por tubería, una caravana diaria de carros cisterna de instituciones estatales y de particulares abastece casa por casa los sectores identificados como más golpeados por el desabastecimiento, con agua que es obtenida en pozos tanto públicos como privados.
Para garantizar que el líquido que reparten sea seguro, la Región de Salud de Herrera completó la revisión sanitaria de 16 pozos, de los cuales al menos 10 son de agua apta para consumo humano y cinco para labores domésticas.
Un pozo, ubicado en el sector de La Dormidera de Monagrillo, tras detectarse contaminantes que representan un riesgo sanitario.
“Cada fuente utilizada en una contingencia debe pasar por el visto bueno del MINSA; nuestro deber es prevenir nuevos focos de enfermedad”, subrayó el director regional de Salud, Hilario Correa, al anunciar los cierres y certificaciones.
Los técnicos de Calidad de Agua y Saneamiento Ambiental tomaron muestras físico-químicas y microbiológicas, revisaron sellos, tapas y compararon los resultados con las normas nacionales de agua potable.
La promesa oficial es restablecer el servicio regular “en los próximos días”, aunque todavía no hay fecha exacta para ello, mientras tanto, vecinos como los de El Vijía, La Arena, Soberanía, Los Sauces, Boca de Parita y el centro de Chitré, continúan llenando recipientes con agua de cisterna y cruzando los dedos para que la crisis no se prolongue una tercera semana.